lunes, 5 de noviembre de 2007

Multiculturalismo...

<<Identidad contra libertad

La observación de las diferencias entre los diversos pueblos, que es el objetivo mismo de la antropología, ha sido una de las razones de sus falencias. La constatación de la existencia de diversas culturas la llevaba, con frecuencia, a deducir que todas eran igualmente válidas y que, por lo tanto, el antropólogo debía mantener una total neutralidad valorativa pues no existiría ni una ética objetiva ni una tabla rasa universal de valores desde donde juzgarlas. El concepto de culturas, tan caro a la antropología, alentó el criterio de las diferencias y menospreció las similitudes destruyendo así la concepción del género humano como unidad. La sobrevaloración de la identidad cultural, el respeto incondicionado por las peculiaridades caía en las contradicciones de todo relativismo, se veía obligado a defender como expresión de la identidad cultural supersticiones y prejuicios enraizados en las tradiciones ancestrales que, a veces, eran meras estupideces y otras, crímenes. Lévi-Strauss -Antropología cultural II- elogiaba la superstición popular como fuente de creatividad.

El estructuralismo, como todo relativismo cultural, se autocontradecía: si pretendía igualar a todas las culturas debía admitir también aquellas que negaban la igualdad a sus integrantes y a otras culturas. La tolerancia incondicional obligaba a tolerar a los intolerantes y la libertad pura permitía obrar a quienes se proponían destruir la libertad. Si se desconocía la existencia de valores universales, se relativizaban valores como la igualdad, la democracia, los derechos humanos. Lévi-Strauss admitía que éstos sólo eran válidos para un número limitado de sociedades. Cuando fue invitado a hablar en 1976 ante un comité sobre las libertades en la Asamblea Nacional Francesa, sostuvo que la libertad era un concepto determinado por el contexto y que la libertad moderna, en el sentido anglosajón, había sido el fruto de una experiencia histórica sumamente peculiar. Se manifestó, asimismo, contrario a hacer de la libertad un falso absoluto y señaló que, en las sociedades totalitarias, los habitantes podían sentirse muy libres de cumplir las leyes impuestas por esos sistemas. Citaba las críticas de Lord Maine contra las "supersticiones jurídicas" como el "fetichismo de los derechos humanos" y concluía que una definición racionalista y universalista de la libertad se oponía al pluralismo social.>>


(En El olvido de la razón, Juan José Sebreli, Editorial Sudamericana 2006. Capítulo Vº "El estructuralismo: Lévi-Strauss").

Como con el anterior post sobre el tema el lector español puede ver cómo su pensamiento aplica estas frases a realidades mucho más inmediatas que un concepto como puede ser el de "multiculturalismo". Hay "tonterías" -las más de las veces políticas- mucho más cercanas o, por mejor decir, visibles.

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